Si dijese "no se consiguió el objetivo, sería algo poco agraciado. Por que el objetivo sí se cumplió, se logró conseguir un segundo puesto para la posibilidad de entrar al Nacional. Esto si nos fijamos en la primer meta clara que se nos presentaba, pero con el correr de los partidos se dieron cuenta que Caballito estaba para algo más, para su primer título. Digo que "se dieron cuenta" por que Caballito ya sabía que podía pelear el campeonato desde la pretemporada. Una dura y exigente pretemporada de la mano del Melli nos daba las primeras pautas de que algo bueno estaba por venir. No se si a lo que se llegó, pero que Caballito Juniors estaba para pelear con cualquiera mano a mano, eso seguro.
Que hayan catalogado al club como "Revelación" no parece digno después de lo que viene haciendo en su corta historia. El ascenso casi caminando, con este último tres subcampeonatos y un Nacional (más que cualquier equipo o club con un poco más de poderío).
Pero lo que hace grande al club no es justamente estos logros, es la gente. La calidad de la gente, que como ya lo afirmé en alguna nota pasada, forman una familia. Una familia de grandes jugadores, jóvenes, que se formaron en Nicasio Oroño. Si hay algún problema interno es por los precios que Hugo pone en el bufet o por que alguno faltó a comer, pero nunca, pero nunca habrá un conflicto interno del plantel o cuerpo técnico.
Como podría haberlo si los técnicos son nada más y nada menos que el "Pola" y Paolo, dos terribles monstruos del club que supieron vestir y transpirar más la casaca verde que cualquier otra remera casera. Por eso es que a ellos se les agradece de todo corazón esta gran campaña realizada. El no buen comienzo del Pola Calderón el año pasado como director técnico no fue obstáculo para lo que se consiguió en este comienzo del 2011.
Es que Caballito volvió a su mística. Al equipo rudo y duro se los años gloriosos se le sumo un plantel de jóvenes talentos y mayor entrega por los colores que visten. En promedio suman la corta cifra de 22 años y son un presente y un futuro enorme para nosotros:
Juan Carlos Bottinelli: (“Calvo”, “Boti”, “Tribunelli”), arquero y goleador del equipo. Siempre dejando lo mejor para defender los colores de Caballito. Pese a que llegó hace poco al club se lo quiere como a un hermano y el demuestra que le corre sangre verde por el cuerpo partido tras partido. Su principal virtud es su juego extra-partido. Su pasión es la tribuna y está bien. Hace méritos para que el pueblo de Caballito lo ame y lo respete mucho pese a sus locuras.

Francisco Aostri: (“Capitán”, “Fran”) capitán del equipo y si de experiencia hablamos este conoce el club más que su casa. Técnico de divisiones inferiores también, Fran es como una gran “leyenda” dentro del club. Quiere más al club que a él mismo. Siempre último hombre titular dentro del esquema que proponía el Polaco, brindó seguridad en los 40 minutos que duró cada cotejo.
Ezequiel Ferrando: (“Cabeza”, “Cabezón”, “hijo de Edu”) prácticamente cantaba las canciones verdolagas desde la panza de Mabel, su madre. Es EL jugador que todos quieren y deben tener. Su apodo bien lo describe, es la cabeza del grupo, más allá de una gran técnica individual lo que lo hace grande es su forma de actuar en cada situación del partido y saltear obstáculos no solo propios sino ajenos que el partido le va imponiendo minuto a minuto.
Martín Gimenez: (“Enano”, “Pipi”) como ya se había nombrado en alguna ocasión es uno de los dos jugadores del club que pasó por absolutamente todas las categorías (desde octava a primera división). Que se puede decir de este muchachito, basta con leer las crónicas semana a semana para darse cuenta lo que es dentro de la cancha. Sus piernas “luz” hacen que sea imposible seguir sus movimientos. También este torneo tuvo gran amistad con las redes rivales y su principal mérito es la inteligencia y grandes cortometrajes actorales dentro del campo de juego.
Gustavo Barbona: (“Tavo”, “Gordo”) ex Boca y amigo de la casa. Tuve el honor de verlo en la presentación en el primer día de la pretemporada y ese día nos ilusionamos todos con la llegada del Tavo. La experiencia la tiró sobre la mesa y su estilo de juego fue bien capturado por el resto del grupo. Menos de 6 meses le alcanzaron para darse cuenta lo que es Caballito Jrs., que su elección de pase esperemos no se haya arrepentido por que sabemos que el Gordo Barbona es de la familia. Pobre de aquel que lo dejaba alejado de las canchas a terrible jugador como este muchacho, pero por suerte hubo un club chico que lo atrapó y no lo va a dejar escapar.
Pablo Cúneo: (“Pablito”, “El bueno”) hermano más grande siempre dispuesto a mejorar la situación, fuese cual fuese su destino. Con una buena base en APV (¿?) siempre dejó la vida por los colores de Caballito, y es “la responsabilidad” y el que nadie discutirá su verdad jamás. Pablo Cúneo es un jugador excelente y una persona extraordinaria.
Leonardo Cúneo: (“Nariz”, “Narizota”, “Leo”) hermano menor de los Cúneo. Todo lo contrario al anterior. Es un jugador mediocre y una mala persona, siempre busca el beneficio personal y no se fija en el bien del grupo. Igualmente sin distorsionar mucho, la verdad es que “Leo” es un excelente jugador, turnó mucho en primera y tercera división pero nadie va a discutir su gran juego, más que nada su estado físico de profesión.
Esteban Vilchez: (“Paloma”, “Magía”) que se puede decir de este jugador. Basta con verlo con un balón entre sus gambas y darse cuenta de los malabares que hace con él. No solo a la hora de jugar, siempre muestra grandes dotes de bailarín a la hora de festejar los goles verdolagas. Con idas y vueltas, siempre se mantuvo cerca del club Caballito Juniors. Esteban Vilchez es otro de los históricos verdolagas que lo vio ascender hace unos años atrás de la mano de Augusto Mónaco.
Ignacio Romeu: (“Nachito”, “Gordo”) antes de empezar el torneo recuerdo que dijo algo. Eso es la fe que le tenía al grupo y a su estilo de juego. Mejoró mucho del Nachito del año pasado. Caracterizado por sus goles errados mejoró mucho de lo que fue el año pasado. Sé, personalmente, que se sacrificó mucho para este torneo. Mientras hacía la pretemporada de noche, él por su cuenta, hacia doble turno levantándose temprano y ejercitándose para rendir en su máximo. Gran pivote y el 8 que siempre nos dejaba con una sonrisa al terminar cada partido.
Juan Diego Cortés (“Terminator”, “Pipe”, “JD”, “Don Tatú”) hermano menor de los Cortés. Que se puede decir de este monstruo. Una locura que este demonio juegue al Futsal, pero lo hace y es bárbaro. Caracterizado principalmente por su juego áspero y de choque, tiene sus ataques de habilidad como el demostrado en la última fecha. Jugador que muchos quieren tener en su equipo, no solo en el campo, sino en el arco también se destaca y es su segunda pasión.
Juan Martín Cortés (“Pipo”, “JM”, “Guante en el pie”) uno de los más reconocidos nota a nota, no por amistad, sino por condiciones. Juan Martín Cortés es un jugador extraño. Hay que conocerlo para darse cuenta de la magnitud o grandeza que lo encierra. Es el ejecutante suplente de sextas faltas y siempre desde allí se destacó. Una zurda envidiable. Pensante, Estratega y matemático siempre con “la bola” justa, quizás arriesgando un poco de más, pero siempre destinada a buen puerto.
Lucas Manfra: (“Mono”, “NeoMan”) que se puede decir del Mono. Otro histórico del club. Su desequilibrio hace que la defensa rival quede mirando el techo a cada pasada que este hace. Luego viene la definición de punta clásica de este, que varias veces va a parar a buen destino. Una carta eficiente siempre a la hora de entrar y dejar todo por los colores que lo vieron crecer.
Martín Orosco: (“Tincho”, “Tinto”) excelente jugador. Tincho tiene una pegada terrible y es una especie de Francisco pero con más juego brusco. Se encarga de ponerle paños rojos al partido y generar un clima áspero. Gran seguridad de fondo de cancha y especialista en aguantar partidos cuando así se lo requiere, llevando el esférico a la cancha contigua.
Otros que valen la pena mencionar son:
Walter Vovk: (“Tata”, “Madonna”) vaya uno a saber el paradero de este muchacho. Pero el señor Tata Vovk bien tiene reservado este apartado. Jugó las primeras fechas del torneo y lo hizo en un alto nivel. Con una zurda pocas veces vista y una derecha mágica nos dejó con ganas de verlo más tiempo demostrando sus terribles condiciones de jugador.
Ignacio Pareja: (“Nacho”) es el que más apodos puedo ponerle pero no voy a recaer siempre en su inconveniente anal. Nachito es parte del grupo, hablando con él me comentó que el año que viene cumple 20 años en el club y pese a ofertas de todos los rincones de este deporte, nunca abandonó la camiseta que lo vio nacer. Nacho es un tipo excelente y mejor jugador. Quien olvida aquellas subidas en la cancha de Platense rompiendo redes una y otra vez. Pero lamentablemente hace casi un año no podemos disfrutar de él.
Leonel Maugeri: (“Caballo”, “Leoni”) la pubalgia más larga del mundo lo tiene apartado hace rato ya del plantel. Corredor nato e histórico también en el club. Su lugar ahora son las tribunas y hacer colectas para materiales en la misma.
Manuel Pujo: (“Manu”) jugador prácticamente de tercera pero que supo tener sus pasos por primera división en este torneo. Genial “ponedor de huevos” por ahí decirlo pero con deficiencias a la hora de definir. Gran proyección del verde en los próximos años.
Así que por estos hombres y por muchos más, Caballito volvió a ser lo que era: un gran equipo. La ventaja más grande que tienen los verdes es precisamente que nunca se tendrá de rival.
Sin descanso, ya el jueves contra San Lorenzo en la primer fecha.
Fuente: Ivo Maugeri